Hoy vamos a conversar y a cantar sobre la pasión en nuestra Historia. Es indudable que a la pasión amorosa le debemos los momentos más luminosos de nuestras vidas. Pero también es ciero que la palabra "pasión" viene de "passus", que en latín quiere decir "sufrir", "padecer". Porque cuando se ama apasionadamente se goza pero también se sufre y se padece.
Con Antonio nos vamos a ocupar del amor entre hombre y mujer, como el de Lúpe Vélez, o el de Pancho Ramírez, o el de Camila, o el de Encarnación Ezurra. O el de San Martín por su nieta. Pero también hay otras pasiones como la de Evita por los humildes, o la del Che por la revolución social, o la de Bairoletto por una justicia fuera de la ley. También se puede amar a un caballo, como Facundo. Y la pasión, que duda cabe, puede engendrar milagros como el dela Difuntita Correa.
Shakespear e hace decir a una de sus criaturas: "Dame una persona que no sea esclavo de sus pasiones y yo la colocaré en el centro de mi corazón". Esta lista de apasionados personajes de nuestra historia nos demuestra que ese centro está todavía vacío y que lo estará mientras haya vida humana en nuestro planeta.
Con Antonio nos vamos a ocupar del amor entre hombre y mujer, como el de Lúpe Vélez, o el de Pancho Ramírez, o el de Camila, o el de Encarnación Ezurra. O el de San Martín por su nieta. Pero también hay otras pasiones como la de Evita por los humildes, o la del Che por la revolución social, o la de Bairoletto por una justicia fuera de la ley. También se puede amar a un caballo, como Facundo. Y la pasión, que duda cabe, puede engendrar milagros como el de
Pacho O’Donnell
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